Durante muchos años la iluminación fue únicamente un tema decorativo, era poner “lámparas” o “foquitos”, sin embargo, la tendencia cambió de poner solamente lámparas bonitas o “foquitos” a una época en la que se busca la integración de la luz en la arquitectura. La iluminación es un factor muy importante en el cuerpo humano, ya que se requiere control de ciertos lúmenes para estar activo o de lo contrario para relajarnos, un tema que platicamos anteriormente en nuestro tema de Psicología de la luz.
Para iluminar un espacio es realizar un análisis conceptual, esto definitivamente será la base para comenzar a tomar decisiones. Regularmente la gente siempre comienza con la elección de luminarios, cuando en realidad debemos comenzar por definir temperaturas de color, potencias, aperturas y control de iluminación, puede ser automatizado o manual. Pensar en el equilibrio para poder definir si resolveremos de manera indirecta o directa sobre el área. Debemos imaginar y volar al espacio para poder sentir si existirán sombras, si las queremos o no, si queremos lograr volúmenes o resaltar ciertos colores interioristas. Definir los luminarios, colores, reflectores de luminarios, y calidad, es un punto muy importante, ya que, desde mi perspectiva y análisis, a veces se invierte en áreas donde no vale la pena, pero esto lo sabremos desde el análisis conceptual, por eso subrayo que es lo más importante para una mejor iluminación.